LOS VINOS MAS CAROS DE ESPAÑA

Publicado el por José Peñín    

La crisis solo ha servido a reajustar los precios en los segmentos medios y mejorar la calidad de los vinos de abajo. Mientras tanto los vinos con precios estratosféricos se mantienen porque su misión tiene otro soporte y otros fines que tienen que ver con las relaciones de sociedad siempre que la marca sea mítica y por lo tanto con notorio prestigio. No obstante, no todos los vinos de este nivel tienen fama y reputación.
La pregunta más vulgar que me suelen formular es si un vino de 300 euros es treinta veces mejor que uno de 10. Siempre se cuestiona que la calidad esté a la altura del precio o viceversa.  En cambio nadie impugna que un reloj Cartier cueste 22.000 euros o que un traje de Brioni 4.000 porque pesa la marca sobre todas las cosas y su reputación nace de una calidad sostenida e incuestionable. Uno, que sin presumir, ha bebido todo lo caro y lo barato que circula por el mundo, reconoce que siempre he experimentado una cierta emoción y expectación cuando se descorcha una botella de este género y más si pertenece a una insigne cosecha. A mi especialmente no me mueve a comprar una botella por lo que eso supone para mi bolsillo, incluso si tuviera invitados en casa capaces de apreciarla. En cambio, podría hacer un esfuerzo en adquirirla si tuviera que obsequiar  a una persona trascendente para mí pero sin compartirla con él, con la intención que la descorche en su casa y busque para la ocasión un momento señalado. Este vino necesariamente debe tener la fortuna de contar con un prestigio y notoriedad que pocas marcas cuentan.  A estos valores hay que añadir el concepto de “vino mítico”, una concepción que solo nace de una serie de factores y el más importante es la cotización que genera sobre todo el intermediario (negociante e importador) capaz de regular la demanda y por lo tanto disparar o encoger los precios. Si nos fijamos en el listado que ofrece el buscador on-line wine-searcher sobre cuáles son los vinos más caros del planeta, veremos que el ranking es diferente pues mide la cotización en los EE.UU. Algunas marcas españolas tienen precios más elevados allá sin que se deba a su calidad, al margen de los impuestos y aranceles y en general suelen estar dictados por los importadores. Por ejemplo, el tinto Gran Arzuaga se cotiza a 288 dólares mientras que aquí no rebasa  los 120 euros. En cambio, los más caros en España como La  Faraona, alcanza los 633 dólares en el mercado yanqui mientras que en España se pone a 770 euros.
EL PRIMER MITO ESPAÑOL
¿Cómo se construye un mito?  Es difícil cuadrar la lógica con esa calificación. Vega Sicilia es el ejemplo más claro de un vino legendario. En mi libro Vega Sicilia: Viaje al Corazón de la Leyenda, explico  cuando Luis Herrero, propietario de la finca en 1914, un “bon vivant” y cazador empedernido en safaris en África, aporta una dosis de glamour al negocio. Utiliza las botellas de Vega Sicilia (marca que nace en 1.915) no como producto comercial sino como herramienta social. El vino no se vende, solo lo regala a sus clientes de otros negocios de metalurgia. Su introductor en la alta sociedad española, cuya plaza mayor era la Sociedad de Tiro de Pichón, fue el Marqués de Riscal, don Camilo Hurtado de Amezaga. Quien quisiera una botella de este vino necesariamente tendría que ser amigo, socio o cliente. Nunca en España había nacido una bodega para estos fines. El vino no se vende hasta que en los años Cincuenta  del pasado siglo se crea un pequeño círculo de clientes, hermético y de elección arbitraria y que se traslada al comercio solo a través de la restauración. Es a partir de los Setenta cuando comienzan a aparecer tímidamente algunas botellas en el mercado público que en su mayor parte se exhibían pero que pocas veces se bebían.  Así nacería un mito de una bodega que solo fue rentable con la entrada de los actuales propietarios, los Álvarez.
LOS OTROS CASI MITOS
En plena ebullición de los grandes vinos contestatarios franceses como los entonces desconocidos “vinos de garaje”  Chateau  Le Pin (Pomerol)  y Chateau Valandraud (Saint Emilión), estos se subieron a las barbas de los indestructibles “grand cru classé” del Medoc poniendo los precios por las nubes. Uno de ellos Jean-Luc Thunevin, que además era negociante en Saint Emilión y amigo de Peter Sissek, se interesó por los vinos de este para venderlo en exclusiva mundial. Como es de rigor entre los negociants, nadie puede comprar vino en los châteaux sin pasar por ellos. Más tarde, a través de Peter, conoció a Álvaro Palacios y le hizo la misma propuesta  con L´Ermita. Ambos bodegueros  españoles vendían sus respectivos vinos a Thunevin  a un precio  -que en el caso de Pingus no sobrepasaba los 40 euros- que después  multiplicaba por cinco a sabiendas que por la escasa producción –apenas 3.000 botellas- las ventas estaban aseguradas. Ya en los últimos años sigue existiendo una desproporción entre lo que factura la bodega –estimo que no más de 150 euros por botella- y el precio final que cito más abajo.  Este fenómeno se ha trasladado a los vinos que los Palacios elaboran en el Bierzo si bien La Faraona tiene una producción mucho más pequeña en comparación con los primeros años de L´Ermita. Por lo tanto solo estos dos vinos  españoles  son parangonables con los grandes mitos franceses.
EL PODIO DEL LUJO
Gracias a la precisión de la base de datos de la Guía Peñín al que cualquier lector puede tener acceso por suscripción, he aquí el ranking de los vinos más caros de España reseñados en la edición 2014 de la Guía. Conviene puntualizar que los vinos alcanzan la puntuación máxima o casi, no podría ser de otra forma. Hay excepciones que explicaremos mas abajo. Son todos los que son.
1.-    990 €      L´ERMITA 2011 TINTO (97 Ptos. GUIA PEÑIN)
Valor enológico: Un vino espectacular por lo que tiene que ver con la elegancia y complejidad poco común en un vino del priorato.
Valor social:  Sin duda es el vino mas caro de España con ciertas variaciones que no merman su condición de “mito contemporáneo”. Un vino que agradecería como obsequio  cualquier entendido mundial
2.-   900 €    TESO LA MONJA 2008 TINTO (97 PT. GP)
Valor enológico: Conjuga la potencia, complejidad y elegancia incluso, como algo insólito en un vino de Toro
Valor social: No tiene todavía el valor social y solo podría mostrar un interés enológico el gran aficionado.
3.-   770 €    -LA FARAONA 2011 TINTO (97 PT.GP)
Valor enológico: Es la única mencía del Bierzo que posee unos rasgos no atribuibles a esta variedad. Sobresale la sutilidad, mineralidad y elegancia de quien sabe elaborar y lograr un retrato de una cepa que se presenta con menor envergadura en casi todas las otras marcas de la zona.
Valor social: Solo para entendidos o para los que conocen los vinos españoles además del plus que significa Álvaro Palacios.
4.-  500 €     PINGUS 2011 TINTO (97 PT.GP)
Valor enológico: Un vino complejo, lleno de matices inesperados para un tempranillo de la Ribera del Duero. Tiene una elegancia y complejidad que en nada se reflejan los rasgos de los vinos de la zona.
Valor social: Idéntico valor que L´Ermita. Un vino muy inaccesible lo que le convierte en pieza codiciada entre los buenos aficionados mundiales.
5.-   495 €       AMONTILLADO ZOILO RUIZ MATEOS GENEROSO (95 PT. G.P. EDICION 2013)
Valor enológico: Es un vino rico en expresión terciaria de “salinidad oxidativa” pero sin una complejidad singular que merezca más puntuación.
Valor Social: No posee ningún valor social. Su precio es el fruto del capricho de sus patronos sin tener en cuenta otros factores que también cuentan.
6.-   484 €     RELIQUIA PEDRO XIMENEZ GENEROSO (96 PT. GP.)
Valor enológico: un px esplendido donde no solo contiene la dulzura y densidad de un excelente  pedro ximenez, sino también una riqueza de matices y una gran viveza de sensaciones.
Valor social: Solo la capacidad de Barbadillo en el mercado internacional podría influir como pieza codiciada por los muy seguidores de los vinos de Jerez.
7.-300 €    DIAZ-BAYO MAJUELO DE LA HOMBRIA  TINTO (92 PT. GP)
Valor enológico: no supone un ribera de singulares características.  Es uno más dentro de su gran calidad.
Valor social: Es posible que el precio sea el resultado de una decisión del propio elaborador. No representa nada más que una visión de marketing descaminado ya que solo lo comprarán el entorno relacionado con la marca.
8.- 295 €     ENATE UNO CHARDONNAY 2011 BLANCO (94 PT.GP)
Valor enológico: Un vino interesante y fuera de lo común entre los blancos chardonnay no solo de España sino a nivel internacional.
Valor social: si fuera un blanco californiano posiblemente ocasionaría cierta expectación en el mercado internacional. Al ser un vino de una variedad no vinculante con la tradición española no llama la atención. El precio se basa en una cuestión de imagen para el nuevo rico y la intención empresarial de que la marca entre en el sacrosanto y hermético podio de los míticos.
9.-250 €     PESUS VIÑA SASTRE 2010 TINTO (97 PT. GP)
Valor enológico: Es la mayor expresión de la potencia de una viña vieja con una sabia selección de las bayas más maduras y un definido carácter mineral.
Valor social: Viña Sastre es una marca relativamente conocida en los EE.UU. y el vino puede ser adquirido por conocedores del potencial de la Ribera del Duero. No alcanza la categoría de mito.
10.- 249 €    CONTADOR 2011 TINTO (97 PT. GP)
Valor enológico: la autoridad de una viña vieja, una elaboración ecológica y la personalidad del terroir convierten a este vino en un ejemplo de singularidad más allá de lo que significa la Rioja como elemento a sumar.
Valor social: Después de L´Ermita y Pingus se halla en el ranking de los vinos casi míticos. Es un instrumento de prestigio por parte de los importadores y distribuidores e incluso comienza a ser  distinguido por los grandes coleccionistas.
11.-218 €    PEREZ PASCUAS GRAN SELECCIÓN 2006 TINTO (94 GP)
Valor enológico: No es mejor que otros vinos de la casa con precios muy inferiores. Tiene el rasgo común del envejecimiento en madera con sus trasiegos. Es potente, sabroso, al más estilo clásico de los riberas.
Valor social: Simplemente es el mas caro de la casa y obedece a la decisión de la bodega  a destacarlo como un referente top.  No alcanza un valor social determinante.
12.-218 €    GONZALEZ  BYASS AÑADA 1982 GENEROSO (97 PT. GP)
Valor enológico: Posee todas las virtudes que un inteligente envejecimiento a la jerezana, pueda tener un vino del Marco de Jerez. Cuenta con el valor añadido de una complejidad oxidativa  con recuerdo a los antiguos vinos de “añada” del catálogo decimonónico de la Casa.
Valor social: sin duda posee el atributo mítico circunscrito a un modelo jerezano de vino con prestigio, pero sin el valor trascendental -por ejemplo- de un gran vintage de Oporto.
13.- 215 €    ARTADI VIÑA EL PISON 2011 TINTO (97 PT. GP)
Valor enológico: es la conjunción de los valores del terroir extrayendo toda la nobleza de la identidad de una tempranillo insólita. Todo ello da como resultado el tinto con más elegancia y complejidad de la Rioja.
Valor social: posee un valor social muy inferior a su valor enológico. Un vino reconocido por los importadores y distribuidores pero todavía no alcanza el interés de los coleccionistas mundiales.
14.- 200 € VEGA SICILIA RESERVA ESPECIAL 1994 TINTO (97 PT.GP)
Valor enológico: Posee todos los ingredientes que identifica mejor que ningún otro  vino los rasgos mas identificables de un gran vino tinto español clásico (larga crianza, notas oxidativas, especiado, complejo).
Valor social: Todavía es una rareza y no se cotiza mas allá de lo que la bodega pueda ofrecer por el escaso número de botellas.
15.- 190 € VEGA SICILIA UNICO 2004 TINTO (97 PT. GP)
Valor enológico: sin ser tan clásico  como el Reserva Especial, reúne los rasgos de una crianza mayor pero también un reflejo de un viñedo excepcional. Atesora todos los resortes para asegurar una larga conservación en botella ideal para coleccionistas.
Valor social: sin duda es el mito nacional más incontestable a nivel patrio y mundial. Es el vino más caro de España que más botellas se comercializa.
http://jpenin.guiapenin.com/2014/01/22/los-vinos-mas-caros-de-espana/#more-1119

Champagne Perrier-Jouët Belle Epoque 2004


 


 
Desde su creación en 1811, la historia de la Maison Perrier-Jouët se ha ido forjando como un mito; quizá porque el nacimiento de la maison fue el fruto de un encuentro pasional: el de Pierre Nicolas Perrier y Adèle Jouët bajo el influjo del cometa Halley, avistado por primera vez el 25 de marzo de ese año. O también porque la maison no dudó en distinguir cada una de sus botellas con anémonas del maestro vidriero Emile Gallé, figura indiscutible del Art Nouveau. Otra razón sería la calidad de las cuvées Perrier-Jouët, sólo comparable a su peculiaridad. Son solo algunas alternativas que expresan el espíritu de una maison que a lo largo de los siglos coqueteó con cierta extravahancia con la más pura tradición de Champagne.

Los amantes del vino dicen que las cuvées Perrier-Jouët irradian encanto, delicadeza y elegancia. Pero no se trata únicamente de un reflejo de la personalidad de Adèle Jouët; sería más bien la evocación de la predominancia de una cepa excepcional: el Chardonnay. Es por ello que en más de 200 años la maison ha tenido tan sólo 7 jefes de bodega, de manera que esta cepa femenina exprese toda su complejidad con un único objetivo: el placer de los sentidos.

Sin duda Baudelaire le habría dedicado a la Maison Perrier- Jouët su famoso verso “aquí todo es orden y belleza, lujo, calma y voluptuosidad”; y no habría dudado en compartir una copa del mítico Perrier-Jouët 1874, champagne que batió todos los récords en las subastas de Christie's en 1888, con uno de sus coetáneos y ferviente admirador de la maison, Oscar Wilde. Y quizá la ocasión hubiese sido una de esas primeras fiestas mundanas de la Belle Epoque, cuyo espíritu jovial y extravagante encarna la prestigiosa cuvée de la maison.

 Una historia de amor y de pasión en el corazón de Champagne

La Maison Perrier-Jouët es en primer lugar el fruto de una unión, la de Pierre Nicolas Perrier y Rose Adélaïde Jouët más conocida como Adèle. Cuando se conocieron, él, descendiente de una familia de viticultores y de artesanos de Champagne, tenía veinticinco años y ella, nacida en Normandía en el seno de una familia de comerciantes, tenía sólo dieciocho. Sin embargo ambos se lanzan en el negocio del champagne y tan sólo un año después de su matrimonio, en 1811, fundan la Maison de Champagne que llevará su nombre. Tres años más tarde compran un gran caserón que se convertirá en la sede histórica de la Maison en el nº 28 de la futura Avenue de Champagne, los Campos Elíseos del Champagne.

Aunque todo parecía oponerse a una empresa de este calibre en una época en la que Champagne era el doloroso escenario del final del Imperio, y en la que en los años 1816 y 1817 tuvieron unas vendimias catastróficas, los Perrier-Jouët lograron mantener y desarrollar rápidamente su actividad. Por aquel entonces las cuvées Perrier-Jouët eran ya singulares y costosas: 3,60 francos las cuvées Perrier-Jouët frente a 1,25 francos para los champagnes ordinarios.

El intenso amor que unía a Pierre Nicolas y a Adèle constituye en parte la razón de este éxito. Pero su matrimonio tuvo que pasar por duras pruebas, ya que la salud de Pierre Nicolas Perrier era extremadamente frágil. Por ello Adèle Jouët tuvo que tomar las riendas de la maison durante por usual convalecencia de su marido, o por sus repetidas ausencias en búsqueda de mercados extranjeros. Por esta razón una gran parte de los libros de cuentas y de los registros de correspondencia proceden del elegante puño y letra de la señora Perrier-Jouët.

Hija del Siglo de las Luces, con una sólida educación, Adèle demuestra ser una gran anfitriona para los clientes y las relacionesde negocios que empiezan a llegar a Epernay. Los Perrier-Jouët no dudan en poner unas habitaciones a disposición de los huéspedes de paso, tradición que continuará hasta nuestros días con la Maison Belle Epoque.

Sea o no una coincidencia o una relación causa-efecto por el paso del cometa Halley, 1811 es la primera añada excepcional del siglo XIX tras los hermosos años 1802 y 1804. Estas serán también las primeras vendimias de la Maison Perrier-Jouët. El 2 de agosto de 1819 Pierre Nicolas Perrier escribía con nostalgia que tan sólo quedaban 50 botellas en la bodega.

 Nacida en el corazón de Champagne

Perrier-Jouët es una maison enraizada en lo más profundo de la creta de Champagne. Desde su creación se establece en el número 28 de lo que se convertirá en los Campos Elíseos de Champagne: la Avenue de Champagne en Epernay, la capital histórica de la denominación. Pero más allá de este aspecto simbólico, la familia Perrier ya se encontraba arraigada en la región de Champagne. Los Perrier eran viticultores que conocían y trabajaban la viña desde el siglo XVII. Los registros comerciales de 1756 revelan que Pierre Perrier, el padre del fundador Pierre Nicolas Perrier, poseía una prensa y viñas en torno a Epernay en los pueblos de Dizy, Chouilly y Ay, viñedo que aun hoy es propiedad de la maison.

Este arraigo a Champagne, en un momento en el que los demás grandes nombres del champagne pertenecían a menudo a comerciantes extranjeros, hizo que los Perrier se implicasen fuertemente en los destinos políticos de la vida local. A partir de 1825 y durante 50 años la familia contará con alcaldes y diputados que llegarán además a jugar un papel preponderante en la creación de los primeros sindicatos de defensa de la denominación de Champagne (contra los fraudes y la filoxera). Hecho importante fue la creación en 1882 del Sindicato del Comercio de vinos de Champagne. Así, desde sus comienzos, la Maison Perrier-Jouët escribe las páginas de Champagne junto a las de su historia.

 Entre peculiaridad y perfección, un proceso original:

la artesanía al servicio del arte

La perfección de un viñedo excepcional

La excelencia de la materia prima es la principal obsesión de los Perrier-Jouët que contaban con la experiencia de todo un linaje de viticultores. Así, a lo largo de los siglos adquirirán y constituirán un viñedo que hoy roza la perfección según los criterios de evaluación de la DOC Champagne. La familia trabajó sin descanso en el desarrollo del viñedo que nunca ha dejado de enriquecer y de modelar como una joya. Prueba de ello son, por ejemplo, sus adquisiciones entre 1840 y 1870: compra en Ay, Mailly, así como parcelas de los chardonnays en los mejores Grands Crus de la Côte des Blancs como Avize y Cramant, aun hoy en explotación (36 hectáreas). Tantos “tesoros” transmitidos desde hace casi dos siglos, dan cuenta de una perennidad que constituye uno de los valores fuertes de la maison.

La maison posee en propiedad 65 hectáreas clasificadas en un 99,2% en la escala de los Crus (siendo el 100% lo óptimo). Esto significa que cada parcela suya se encuentra clasificada casi exclusivamente en Grands Crus. Este viñedo suministra la tercera parte de las necesidades de la maison y el resto se “selecciona” de los viticultores asociados desde hace varias generaciones.

El Chardonnay, cepa floral y femenina por excelencia, encarna la elegancia y la delicadeza que caracteriza al viñedo de Perrier-Jouët, el cual favorece las viñas antiguas (23 años de media). La maison cuenta también con pagos de Pinots Meuniers en el Premier Cru de Dizy: estos son los que, generosos y afrutados, van a aportar el encanto, la redondez y la generosidad de las cuvées Perrier-Jouët. Por último, la Casa posee Pinots Noirs en el Grand Cru de Mailly, más frescos y delicados que los de la Montagne Sud. Estos constituyen una buena osamenta para los Chardonnays de la Côte des Blancs sin llegar a ocultarlos. El estilo de Perrier-Jouët es ante todo su viñedo.

 La maison cuenta así con un pago homogéneo con cerca de 40 hectáreas de Chardonnays localizados en los míticos Grands Crus de Cramant y de Avize. Allí destacan dos legendarias parcelas: los Bourons Leroy y Bourons du Midi; tan sólo unas cuantas hectáreas de la más pura expresión de la creta de Champagne acurrucadas en el corazón del viñedo del Grand Cru de Cramant, únicamente vinificadas para una cuvée cuya peculiaridad no tiene parangón: cuvée Perrier-Jouët Belle Epoque Blanc de Blancs.

 Al igual que un artesano modelaría una joya

Desde sus orígenes la Maison Perrier-Jouët trabaja sólo con pequeños volúmenes. Al igual que los artesanos que se suceden de padre a hijo transmitiéndose celosamente sus secretos de fabricación, tan sólo 7 jefes de bodega se han sucedido durante dos siglos para privilegiar la peculiaridad sobre el volumen. Además éstos han conseguido conservar intactos los tesoros de la maison: la historia de sus añadas como el Perrier-Jouët 1825, quizá el más antiguo aun existente en Champagne.

Hervé Deschamps, Jefe de bodega desde 1993 y actual depositario de esta herencia, responde a esta filosofía de artesanos creadores diseñando cada cuvée como una obra única, a la manera de un artesano del vino. Al igual que un artista en su taller, Deschamps trabaja sus ensamblajes aplicando una filosofía decididamente original impulsada por la intuición y la experiencia. Si puede modelar, cincelar, tallar de cerca cada uno de los Crus que formarán parte de la composición de sus creaciones durante el ensamblaje, es porque posee una sala en la que predominan los pequeños contenedores que le permiten trabajar parcela a parcela. Deschamps los cata, los prueba una y otra vez hasta llegar a extraer aquellos que formarán parte de la obra única de cada cuvée y que expresarán la calidad óptima en torno al encanto, elegancia y delicadeza, rúbrica de estilo Perrier-Jouët.

La originalidad de Deschamps reside en que no practica el método de los ensamblajes previos, sino que esboza las grandes líneas de su proyecto y a continuación elabora el ensamblaje final en un solo impulso creativo. Un proceso que no dista tanto del artístico y al que se suma la experiencia de un artesano. Por esta razón Perrier-Jouët será siempre una maison donde la peculiaridad siempre será bien vista.

 La excelencia tiene un precio

La conjugación diaria de peculiaridad y perfección tiene su precio. La Maison Perrier-Jouët nunca ha aceptado comprometer la calidad. En 1879 abandona los champagnes considerados de segunda y tercera calidad y decide concentrarse exclusivamente en los de primera. En cinco ocasiones la maison se niega a producir ninguna botella por considerar que la calidad de la cosecha era demasiado mala: 1879,1882, 1902, 1908, 1910.

Mucho antes, en 1858, la maison adopta un auténtico papel de Casa de Lujo evitando que le usurpen su nombre en fantasiosas etiquetas. Perrier-Jouët es así una de las primeras en estampillar los corchos de cada una de sus cuvées con la añada y las siglas “PJ”, garantía de que sus productos son embotellados en sus bodegas de la Avenue de Champagne. De este modo se protege contra las falsificaciones.

Como resultado de esta exigencia las cuvées Perrier-Jouët se vuelven míticas, obteniendo premios que hasta entonces no se habían contemplado para un vino: en 1888, durante las subastas de Christie's, Perrier-Jouët se convierte en el champagne más caro y más codiciado del mundo, registrando récords de precios hasta entonces nunca alcanzados, en particular con el mítico “PJ 1874”.

La Reina Victoria decidió algunos años antes, en 1861, hacer de Perrier-Jouët su champagne y convertirlo en el proveedor oficial de la corte de Inglaterra. Lo mismo ocurrirá en la corte sueca y con el rey belga, Leopoldo I. Recientemente se han encontrado en los archivos de la maison los pedidos de Napoleón III o incluso los de la emperatriz de Rusia, Catalina II.

 La extravagancia: un talento creativo

Paralelamente a estos valores de herencia y tradición, la Maison Perrier-Jouët no duda

en dar muestra de un espíritu vanguardista, e incluso extravagante.

La primera señal no sólo de su éxito sino también de su espíritu creativo aparece en 1854 cuando la Casa Perrier-Jouët hace construir en Epernay el más sorprendente y excéntrico château de la Avenue de Champagne: el Château Perrier. Ese mismo año prácticamente reinventará el champagne para satisfacer a su clientela inglesa, un país de exigentes entendidos a donde había empezado a exportar muy pronto, a partir de 1815, en lugar de concentrarse en el mercado francés.

“PJ” como ya se conocía en este mercado, es la primera maison en dosificar muy poco sus cuvées en un momento en el que no era nada raro que los dosages superasen los 150 a 200 g de azúcar por litro. Perrier-Jouët crea uno de los primeros Dry, habitualmente denominado Brut en el año 1880.

 Última extravagancia… anémonas como símbolos

La más llamativa extravagancia obedece al agudo sentido estético de los descendientes de la familia Perrier-Jouët. En 1902 Henri Gallice le pide a Emile Gallé, figura representativa de una corriente artística mal vista en su época –el Art Nouveau– una decoración fuera de lo común para que cada botella de Perrier-Jouët encarne la simbiosis existente entre una Maison de Champagne y el espíritu de toda una época. El resultado final fueron las anémonas que actualmente distinguen las botellas de la tête de cuvée de la Casa: la cuvée Perrier-Jouët Belle Epoque. Las anémonas de Emile Gallé se convirtieron en el símbolo de una casa que hace de la Belle Epoque –con sus fiestas extravagantes, sus exuberantes personajes, los dandys…– una filosofía de vida y de su corolario artístico, el Art Nouveau, un campo de expresión estética único.

Las botellas de Perrier-Jouët se encuentran presentes en todas las mesas del París festivo: en el Café Américain, en el Café de Paris, en Lapérouse, o en Lucas Carton, la cena siempre se acompaña con Perrier-Jouët. Entre copa y copa de Perrier-Jouët, Robert de Montesquiou resume el sentimiento general de los vividores de Chez Maxim’s proclamando “Ya es bastante cruel no tener dinero, y si encima no se puede gastar...”. La Casa Perrier-Jouët se convierte así en la favorita de los dandys. Oscar Wilde lo reclama en prisión y no cualquiera, sino el Perrier-Jouët 1874. “La belleza es una forma de genialidad” escribió a modo de firma que encierra el espíritu de toda una Casa. Wilde encarna a esos personajes exuberantes que hacen de su vida una obra de arte, que buscan permanentemente la belleza en todas sus formas. Un dandy de una peculiar elegancia, se convirtió en uno de los teóricos del “arte por el arte” y en la figura representativa de los “estetas”: su celebridad llegó de la mano de su novela El retrato de Dorian Gray, relato de un dandy enamorado de su juventud y de su belleza y que, libre de cualquier obstáculo, celebra las alegrías del tiempo presente y disfruta de los placeres fáciles.

 Aparte de esa abundancia festiva, de esa sed de libertad, el Art Nouveau, surgido a principios del siglo pasado como reacción a la “pintura de los salones” conformista y burguesa, es todo un estilo de vida proteiforme que combina todas las disciplinas plásticas. Su objetivo es darle a cada objeto de la vida cotidiana una dimensión simbólica, emocional y estética: la vida se convierte en una experiencia estética y sensual (curvas, arabescos, circunvalaciones). De espíritu ambivalente, el Art Nouveau era a la vez una oda a una concepción alegórica de la feminidad a través de una representación idealizada de la naturaleza, pero también una profesión de fe de la era industrial en la que convergen creación, técnica y artesanado. El Art Nouveau reúne todos los valores de la Maison Perrier-Jouët, del artesanado a la búsqueda creativa.

Fuertemente inspirado en las curvas y arabescos florales o quizás en la feminidad, Emile Gallé dibuja anémonas blancas y rosas enmarcadas en oro en un intento de expresar el bouquet, la perfección y la riqueza de las cuvées de la maison. Estas flores evocan también la mitología griega, la leyenda de Adonis, cuando de su cuerpo nacen anémonas tras haber sido asesinado por Ares, celoso del amor que le prodigaba su prometida, Afrodita. Y de nuevo una historia de pasión que remite a la de Pierre Nicolas Perrier y Adèle Jouët.

 1969. El nacimiento de la cuvée Belle Epoque

Lanzamiento de la 1ª cuvée Belle Epoque, con motivo de los 70 años de Duke Ellington

En 1964, añada mítica en Champagne, la maison decide crear su famosa cuvée. El legado y la experiencia estaban ahí, sólo faltaba una botella original que contuviese su espíritu de excelencia y extravagancia. Se desvela entonces la obra creada por Emile Gallé para la casa a comienzos del siglo. Así nacía la cuvée Belle Epoque Perrier-Jouët.

El lanzamiento del primer millésime “1964” de la cuvée Belle Epoque tuvo lugar en uno de los templos de ese espíritu festivo de principios de siglo: Maxim’s. Más tarde será en 1969 en el restaurante Alcazar con motivo de una velada por los 70 años de Duke Ellington con los más importantes personajes de la política, de las artes y del showbiz.

Siguiendo la tradición de peculiaridad y exclusividad de la Maison Belle Epoque se reservó para ocasiones muy especiales como en 1971, cuando se sirvió en una cena de gala en Persépolis, para celebrar el 2500 aniversario de la Fundación del Imperio Persa por Ciro el Grande.

Con motivo de su lanzamiento, 500 magnums numerados y sellados se regalaron a los mayores amantes de la maison.

 

La Maison Belle Epoque

Remanso de lujo y de intimidad, o el arte de acoger

Como la cuvée Perrier-Jouët Belle Epoque puede considerarse como un objeto de arte firmado por uno de los maestros del Art Nouveau, la maison decide crear un entorno excepcional para esta cuvée dedicándole la casa histórica de la familia Perrier situada en el nº 11 Avenue de Champagne. Es por ello que acude a dos expertos de fama internacional: Camard y Marcihac para reunir, acudiendo a las subastas de todo el mundo, una de las mayores colecciones privadas de Art Nouveau. Actualmente en la Maison Belle Epoque se pueden admirar unas 200 obras (mesas, sillas, vajillas, camas, armarios, lámparas, etc.) de los más importantes maestros del Art Nouveau: Gallé, Majorelle, Rodin, Daum, Lalique… Lejos de querer hacer un museo, se trataba de crear una casa llena de vida ya que entre sus paredes acogía a todos los huéspedes de la Maison Perrier-Jouët, devolviéndoles a cada uno de estos objetos de arte su función principal: transmitir encanto y elegancia. Esta es la esencia misma de la Maison Perrier-Jouët: un estilo de vida y de recepción. En este ambiente privilegiado, los amigos de la Maison comparten momentos llenos de poesía y de fantasía entre curvas florales y arabescos femeninos. La casa, implantada en un jardín de lo más íntimo, ofrece placeres exclusivos: una increíble historia digna de ser contada, una decoración extravagante que merece ser vista, objetos de arte que rozar, sabores únicos que apreciar, aromas floridos que descubrir. Aquí todos los sentidos se encuentran maravillosamente en vilo...

En busca del placer.

Perrier-Jouët hoy. Un champagne con reglas del arte entre encanto y creación.

Al pedirle a Emile Gallé que rediseñase su botella, Perrier-Jouët ha ido integrando, desde hace más de 100 años, el arte y la creatividad a su patrimonio. Y aun hoy la maison encarna todo el espíritu de la Belle Epoque: esa búsqueda permanente de la belleza y el placer.

De la gastronomía al evento, las anémonas de la Maison Perrier-Jouët siguen floreciendo en las citas festivas más exclusivas, ofreciendo a cada ocasión un toque original y continuamente renovado, profundamente impregnado de una dimensión estética, pero siempre dedicado al placer de los sentidos.
Distribuido por Pernod Ricard.

Ficha Técnica: Champagne Perrier-Jouët Belle Epoque 2004

Joya de la Casa Perrier-Jouët fundada en 1811. Esta cuvée prestige conjuga toda la elegancia, armonía y extravagancia características de la maison. El legado y la experiencia estaban ahí, solo faltaba una botella original que contuviese el espíritu de excelencia y de extravagancia de la maison. Se recurrió, entonces, al singular diseño de anémonas creado por el vitralista Émile Gallé a principios del siglo pasado. Producto de la añada excepcional de 1964, la famosa cuvée fue presentada en 1969.

Jefe de Bodega: Hervé Deschamps

Origen: Champagne, Francia

Suelo: Arenosos y arcillosos sobre rocas cretáceas

Presentación: Belle Epoque 75 cl

Estilo: Brut

Composición: 50% Chardonnay, 46% de Pinot Noir, 4% de Pinot Meunier

Elaborado de viñedos clasificados como 99,2% en la escala de Cru Champagne, dominado por el Chardonnay Grand Cru de la Côte des Blancs, en particular Cramant y Avize . La elegancia y la sutileza de estos Chardonnay se ve reforzada por la generosidad y el encanto del Pinot Noir de la Montagne de Reims, en particular de las parcelas históricas de Mailly. Para completar el estilo, un poco de Pinot Meunier de Dizy agrega una fruta única y completa el cuerpo de Belle Epoque.

Crianza: Maduración de 6 años antes de degüelle

Licor de Expedición: (Dosage): 9 g/L

Temperatura sugerida para beber: 8-10 ºC

Notas de Cata

Un vino totalmente armonioso

Vista: Tentador, claro y brillante con algunos reflejos de oro.

Nariz: Típica de la Belle Epoque: fresco con frutas blancas como el durazno, pasando a notas florales de espino y la acacia. Esto se completa con aromas cítricos: toronja y piña, con un toque de vainilla, el primer signo de desarrollo del vino.

Boca: La impresión inicial es intensa, sin embargo, es un vino delicado, con un buen equilibrio entre estructura y acidez, dando armonía y elegancia.

Sugerencia gastronómica: Como aperitivo. Crustáceos, pescados y carnes blancas. Fina cocina asiática con especies perfumadas.
 
 
 
 

WINE SPECTATOR´S NEW YORK WINE EXPERIENCE. The Critics´Choice Grand Tastings, Friday, October 25, 2013.


 
Hola a todos, deseando de todo corazón que el vino alegre sus vidas y bañe sus celebraciones de alegría, felicidad, amor y buenos momentos para este 2014.  Que nunca falten motivos para festejar y compartir entre seres queridos.

Retomando mi inspiración, luego de un merecido y necesario descanso decembrino, sigo mis relatos inconclusos de mi experiencia de vinos en NY. 

Resulta que ya iba por el viernes en la tarde, luego de la intensa y sabrosa jornada diurna de vinos, como ya les consta, hubo un rato de paseo por Manhattan, al regreso de nuestra caminata, nos correspondía asistir por segunda vez, al llamado The Critics Choice Grand Tastings, que no es más que la selección de los críticos y sus sugerencias de vinos, ya con la experiencia del día preliminar, nos dirigimos con plano en mano al 6to piso del Hotel Marriott Marquis, de Times Square, para concluir la misión de la noche anterior, cual era, visitar los stands seleccionados minuciosamente por nosotros como tarea previa.

La noche antepuesta, habíamos cerrado con broche de oro al degustar Opus One, así que desde allí empezamos… le correspondía el turno a los grandes representantes de Italia, así que allá fuimos… ahora vamos!

El primero de la noche fue GAJA BARBARESCO 2009.  Gaja es un prestigioso productor de vino del Piemonte, Italia, que ha producido vinos en las Colinas de Langhe desde 1859. Hoy en día la Bodega es gerenciada por Angelo Gaja y por sus dos hijas Rossana y Gaia.  Este sabio productor, produce también vinos en Toscana, Ca´Marcanda, Bolgheri y Pieve Santa Restituta en Montalcino.  Para producir este vino Barbaresco utiliza uvas procedentes de catorce pagos distintos, ubicados en Barbaresco, siendo uno de sus principales bastiones en su portafolio de vinos.  Mis notas de cata de este vino es que en nariz se presenta diverso, muestra una gama de aromas complejos que van desde el regaliz o licorizia hasta la fruta confitada, violeta, chocolate.  En boca es sedoso, con taninos bien logrados, con una equilibrada acidez, con lo cual asegura un gran potencial de guarda.  Balance gustativo, plenitud con largo y placentero recuerdo en su despedida.

Seguimos con su vecino del frente, pero procedente de otra región distinta de Italia, de Toscana, de un gran representante del Brunello; La Bodega Biondi-Santi – Tenuta Greppo.  Establecida en el siglo XIX han sido una de las más notables familias en el mundo del vino, y una de las más destacadas de Italia.  Han sido pioneros en la producción de vinos de guarda.  En los años 40, Biondi-Santi fue el único productor con record de producir Brunellos, y haber declarado solo cuatro cosechas desde 1888.  Su éxito ha alcanzado producir más de 200 cosechas distintas.  Su familia ha tenido un compromiso continuo con el ambiente y sus vinos a través del estudio de los microclimas existentes en la región y las generaciones de vinos con vides y clonaje, hasta llegar a pertenecer en la actualidad a la élite de los mejores productores de Brunello de nuestros días.  Disfrutamos de su vino el Brunello de Montalcino Biondi-Santi, Tenuta Greppo Annata 2008. Vino complejo, profundo, intenso, sedoso, para mi inolvidable!

Posteriormente, pasamos a degustar Paolo Scavino Barolo Rocche Dell´Annunziata .  Esta Bodega data de 1921, ha sido distinguida por su escrupulosa vinificación y cuidado de sus uvas. Ubicada en Castiglione Falletto, Piemonte, Italia. Su vino es elaborado con la variedad de uva Nebbiolo, y sus principales cualidades son la longevidad, complejidad y concentración, lo cual certifico plenamente.

Seguimos con Barolo, Piemonte, y Marchesi di Barolo. Establecida desde finales de 1700.. Su mágica historia comienza en 1807, con el romance entre el Marqués de Barolo y una noble de origen francés Juliette Colbert.  Su posterior fundación caritativa de Opera Pia Barolo, y luego en 1895 con el comienzo de su Bodega de la mano de Pietro Abbona.  Actualmente, se rememora el arte de la elaboración del vino a través de 5 generaciones.  Su vino Marchesi Di Barolo Barolo Cannubi 2008. Es un Vino complejo, de rojo oscuro, brillante, robusto, espeso, en nariz es confitura de frutos negros, especiados, buque de crianza, aromas torrefactos, minerales, animales, a sudor, sangre, en boca su ataque seduce, conquista el paladar con su dulzura, con su amplitud, su textura golosa, equilibrada, y elegante.  Una joya!

Mas Piemonte, Bodega Aldo Coterno, Bodega de data más reciente, de 1969.  Ubicada en Monforte d´Alba.  Ha producido buen vino por generaciones. Su vino es producido con uvas de su propia cosecha, exclusivamente de sus viñedos en pleno corazón de Piemonte.  El 80% de su viñedo está plantado en orientación sur/suroeste, en una altitud de 480 msnm, lo cual garantiza la apropiada maduración y exposición del fruto al sol.  Sus suelos son graníticos y calcáreos.  Su vinificación es muy cuidadosa y tradicional, con controles estrictos de temperatura de fermentación. Su vino Aldo Coterno Barolo Romirasco 2009, es un vino de raza, con carácter, cuerpo y complejidad, con potencia aromática, balance gustativo y grato recuerdo.
 

Dimos la media vuelta, y salió a nuestro encuentro Castello Banfi, y James W. Mariani, su propietario (Co-CEO), a quien años atrás tuve el inmenso placer de conocer durante una visita a Vinitaly.  Y quien nos abrió las puertas de sus Viñedos y sus Bodegas, en aquel entonces; están ubicadas en Montalcino, Toscana, Italia.  No puedo ser objetiva en esta ocasión, me ata un aprecio inmenso por la forma con que me recibieron, por la hospitalidad de su Gerente General y su Representante Comercial para Latinoamérica. Hoy somos amigos, y guardo muy especiales recuerdos. Sus viñedos son un sueño, son el óptimo terroir, entre colinas y laderas oscilantes rodeados de cipreses, coronadas por un castillo mediaval, que hoy sirve de elegante Hotel y Restaurant, con Enoteca, y Museo dedicado a la historia del cristal y su relación con el vino. Sus bodegas son de alta tecnología, su vinificación es un culto a la perfección. Nos invitó a degustar su Brunello de Montalcino,  Poggio Alle Mura, 2007.  Vino obtenido luego de la selección cuidadosa de los mejores clones de Sangiovesse, es un Brunello fuera de lote! Representa la máxima expresión de Toscana.

Pasamos luego al stand de Antinori quienes nada más y nada menos que llevan veintiséis generaciones produciendo vino en Florencia, Toscana, desde 1385… sabrán producirlo?.. Más de 600 años, seis siglos! Se dicen rápido… Conservan tradición, sapiencia, combinada con una moderna innovación, lo que hacen de Antinori una de las pioneras y primeras Bodegas productoras de vinos de Italia por más de 600 años.  El vino que degustamos fue Solaia 2004 Considerado un Super Toscano, debido a que se aparta de todo tipo de regulación gubernamental otorgada y controlada por la DOCG de la región.  Se trata de un Blend 75% Cabernet Sauvignon, 5% Cabernet Franc y 20% Sangiovesse. Es un vino rojo rubí intenso color y buenos aromas frutales, complejos sin notas excesivas de roble. Con la aireación después de la apertura, el vino libera gradualmente delicadas notas de menta y regaliz. Tiene un paladar juvenil con fruta y presencia de taninos. La acidez es bien sostenida convierte al vino en persistente y picante en el paladar. Otorgarle tiempo en Botella-envejecimiento, conferirá el vino la suavidad y la textura adecuada. 

Mas super toscanos! Sassicaia- Tenuta San Guido (Bolgheri) 2009. Este aclamado vino, afamado y bien merecido, ha sido creado en los tempranos años 40´s por Mario Incisa della Rocchetta.  Su uva predominante es Cabernet Sauvignon.  Desde 1948 hasta 1960 fue para consumo privado.  En 1968 fue la primera cosecha abierta al mercado.  En 1994 a Sassicaia le fue otorgada su propia Denominazione di Origine Controllatta del Comité Nacional Italiano del vino.  Fue la primera vez que se le otorgó el status de D.O.C a una propiedad singular.  En la actualidad está bajo la dirección del hijo de Mario.  Nicolò Incisa della Rocchetta. Es un vino de mezcla de 85% Cabernet Sauvignon y 15% Cabernet Franc. Nariz compleja, amplia y multifacética, frutas frescas, hierbas y raíces, bayas, yodo. Taninos y acidez, estallando un estructurado y elegante, sinuoso, un claroscuro que se permite y se retrae en un maravilloso juego de la seducción. Es la perfección. Uno de mis italianos favoritos.

Aún viajando por Italia y sus vinos, sin prisa pero sin pausa, seguimos el camino y nos bebimos más de Toscana: Ornellaia 2010 Bolgheri Superiore, Mormoreto 2009 de Frescobaldi y Brancaia Maremma Toscana Ilataia 2010.  Todos grandiosos!  La verdad que vaya lujo nos dimos!

Aún faltaba noche que beber, noche que disfrutar a placer!

El piso 5 aún no había sido descubierto por nosotros, faltaba muchísimo por degustar, el tiempo apremiaba.
 

Bajamos de piso, mas no de categoría, eso nunca! Primero muerta! Jajajaja…

Mejor les cuento del piso 5, la próxima vez…

Santé!