CHATEAU ANGÉLUS. PREMIER CRU CLASSE SAINT EMILION, BORDEAUX, FRANCE


Chateau Ángelus
Premier Cru Classe. Saint Emilion

En un paisaje mítico, sobre una pequeña colina al Sur de Saint Emilion, enmarcada en un mar de vides, se encuentra este castillo, que pareciera salir de un cuento de hadas… al igual que quien tuvimos el honor de que nos recibiera… se trata de Chateau Angelus, Premier Cru Classé de Saint Emilion. Región ubicada en la ribera derecha del río, con suelos arcillo calcáreos en la parte alta y arcillo arenoso caliza en la ladera de dicha colina,  pago con una densidad de plantación entre 6500 y 7500 plantas por hectárea. 
Donde la variedad más cultivada es el Merlot seguida por el Cabernet Franc.


Este prestigioso Chateau tiene una superficie de 23,4 hectáreas, donde se cultivan en una proporción de 50% Merlot, 47% Cabernet Franc y 3% Cabernet Sauvignon.  
La producción oscila entre 30 a 35 hectolitros por hectárea.

Cultivan vides desde hace mas de 30 años, siendo la edad promedio de las plantas… en sus procesos de vitificación cabe destacar que hace poda en verde, en junio y en agosto, en esa oportunidad analizan la vid y estiman la cantidad de racimos a ser producidos.  Calculan que entre 6 y 7 racimos es la cantidad por vid, óptima para lograr concentración en cada fruto, los racimos restantes los dejan caer al suelo, ya que dicen que de esta manera se logra mayor riqueza y nutrientes.  Son parte del compost que enriquece la tierra con su materia orgánica.
El consejo regulador no interviene en el proceso de la poda, esto es decisión del propio Chateau. 


La hoja de la vid dejan que se caiga por sí sola, luego de la vendimia, ya que se sabe, que ello favorece al logro de los procesos internos de la planta.  Luego si efectúan la poda en Diciembre, antes del inicio del nuevo ciclo vegetativo de la planta.

Este legendario Chateau ha perdurado por más de siete generaciones.

Cabe destacar que sus procesos de recolección son 100%  manuales, así como el desgranado de la uva lo cual garantiza la calidad del fruto.  Manejan en bodega tres tipos de depósitos vinarios, de hormigón o cemento, de acero inoxidable y grandes cubas o tanques de madera.  Siempre vinifican por separado, por variedad, por parcela, por edad de la vid.  El enólogo responsable de esta joya es Hubert de Bouard de Laforest.

Utilizan tanques de cemento para la vinificación del Cabernet Sauvignon, el Merlot en Acero Inoxidable, y las mejores uvas y parcelas son vinificadas en tanques de madera.
El Merlot se vinifica en Acero Inoxidable, pues de esa forma se considera que mantiene mejor su frutosidad, aromas y frescura.

El Cabernet Sauvignon mejor en cemento u hormigón por sus taninos y polifenoles.

Previa a la fermentación, suelen hacer una maceración prefermentativa por una semana, con los hollejos, a los fines de colorear el mosto y aportarle mas y mejores aromas varietales al vino.  La fermentación suele durar de 3 a 4 semanas, con estrictos controles de temperatura y del proceso fermentativo. Realizan sucesivos remontados para airear el mosto, activar la fermentación y redondear los taninos. Rompen el sombrero de hollejos con una vara que se agarra con las manos y se empuja hacia el fondo del depósito con los pies, haciendo presión con la fuerza del peso del cuerpo.  Este proceso lo realizan al menos dos veces al día en cada cuba.  Después trasvasan el vino a otra cuba, el vino flor va a barrica y el hollejo a la prensa.

Luego de la fermentación alcohólica, efectúan una segunda fermentación, bien conocida como fermentación maloláctica, realizada 100% en barrica de madera. Ello contribuye a disminuir la acidez del vino, aportar complejidad y elegancia.


Permanentemente efectúan catas del vino, a los fines de evaluar su evolución, el desarrollo de sus taninos, su potencial y longevidad.


Las barricas son siempre de roble francés de primer uso, y son usadas en  el 100% del vino.  Se guarda o cría en madera de 18 a 24 meses. Tratándose del primer vino de la casa. 

Luego de cumplir el proceso de fermentación maloláctica, se pasan las barricas a otra sala cuya temperatura es de 14ª C para iniciar su mimada guarda.  No clarifican a menos que sea necesario, y si lo hacen es con clara de huevo. No filtran.
Luego de la crianza se ensambla.  Recordemos que vinifican por separado cada variedad de uva. 

El ensamblaje se hace en salas de barricas subterráneas, y pasado el tiempo reglamentario (20 a 26 meses después de la cosecha), embotellan. 
La producción es de 90.000 botellas por año, es decir unas 7.500 cajas, que se comercializan a lo largo y ancho del mundo a través de los negociantes de Bordeaux.

Se trata de un vino de “alta costura” de confección cuidadosa, es prácticamente un traje a la medida según el lote, la variedad y la edad de la viña.

“De ningún bien se goza sin un buen compañero” Séneca… sabias palabras que precedieron nuestra degustación… Luego de conocer la viña, la bodega, pasamos al salón de cata.  Nos mostraron un video del Chateau donde no faltaban muestras de lujo, y detalles de ensueño, derrochando pasión que completa el alma…





Apenas degusté el vino lo describí diciendo que se trata de una obra de arte, es un vino que se contempla y cuya dimensión nunca se termina.


Nos correspondió besar, porque eso es lo que fue para mí cada sorbo del elixir, la cosecha 2007, su preciosa cubierta, su intenso color rojo rubí, profundo, misterioso, brillante, sedoso, cuerpo medio con deslazamiento en copa armónico, piernas robustas, definidas, concertadas al bajar por la cara interna de la copa, un desfile.  La composición de esta añada fue de 65% Merlot y 35% de Cabernet Franc, nos ofreció aromas frutales a frambuesa, combinada con especias, mineralidad del grafito de la punta de lápiz, sensaciones mentoladas, florales a violeta, corteza de naranja y cítricos, mandarina, esencias orientales.  En boca ataque tierno, suave, pleno, equilibrado, al irse nos deja su recuerdo con una leve capa grasosa al paladar, y frescura.  Prolongada despedida, amable amargor que invita a volver.  Educados y suaves taninos, sutil acidez que embriaga de placer.



Su recuerdo es fresco, frutal, mentolado y mineral.
Con el pasar del tiempo se abre en copa y ofrece nuevas sensaciones, uvas pasas, confitura de frutos rojos, mineralidad, toques yodados.
Está listo para disfrutarlo, tiene gran potencial de guarda en apropiadas condiciones.


Sinergia sensorial: Para obtener el máximo placer, yo diría que este vino debe compartirse con quien lo aprecie, con alguien que sepa y valore su riqueza, su dimensión.  Buscaría un entorno hermoso, una vista que alimente mis ojos, una música que deleite mis oídos, o en silencio, o con una conversación fascinante, enriquecedora acerca de temas íntimos, que me trasporten a mis sueños… Podría acompañarlo con comida, aunque éste vino es tan bueno que no merece compartir su protagonismo, quizás lo haría con la segunda botella.
Armonizaría con un Canneton à la presse, en el legendario restaurant Aventino…
Temperatura de Servicio 18ªC.
Podría airearse no más de una hora antes de servir, necesariamente en las copas apropiadas.
Santé!