Hoy mis rosas se vistieron de negro, del oscuro vacío que dejó tu inesperada partida, oigo el silencio y el sabor amargo del adiós, del hasta siempre. Estoy triste. Perderte duele. Ya el brillo de tu alegría, no abrirá mi semana con tus flores. Los lunes, no serán lo mismo. Hoy no es lo mismo.
Amanecí embriagada por tu inoportuna ausencia, por el espacio que dejaste, que no será llenado ni con flores ni con vinos, ni con nada.
Solo nos queda el consuelo de tu recuerdo, de tu dulce recuerdo, cargado de momentos placenteros, felices e inolvidables!
Te recordare mucho Julio querido, me harás mucha falta.
Amanecí embriagada por tu inoportuna ausencia, por el espacio que dejaste, que no será llenado ni con flores ni con vinos, ni con nada.
Solo nos queda el consuelo de tu recuerdo, de tu dulce recuerdo, cargado de momentos placenteros, felices e inolvidables!
Te recordare mucho Julio querido, me harás mucha falta.
Las flores lloran, como lo hacen nuestros corazones al perderte. Dios te reciba en la eternidad con los brazos abiertos, y te dé el cálido recibimiento que mereces en una mejor vida. Que tu campo esté lleno de flores, de tus composiciones únicas. Que tu copa nunca esté vacía, que esté llena de la alegría del recuerdo y de los momentos que nos brindaste.
Hoy brindo por ti, con un nudo en la garganta, saboreando el vino mas amargo… el del adiós. Con lágrimas en mis ojos que regarán las flores que lloran, que hoy están de luto.
Que en paz descanses amigo, nos vemos en la eternidad!