En medio del ambiente de fantasía de Favola Ristorante, los representantes de Di Vino Comercializadora recibieron a Philippe Marconi, representante para América Latina de Castello Banfi, quien llegó a Venezuela con la misión de enamorar a los amantes del vino con algunas de sus etiquetas más representativas: San Angelo Pinot grigio, Rosso y Brunello di Montalcino, los supertoscanos Summus y Excelsus y el Brachetto d'Acqui Rosa Regale.
Para Marconi, más que un trabajo, es un orgullo presentar los vinos. "Trabajamos en Banfi, un gran emprendimiento de la familia Mariana en el que, a pesar de tener apenas cuatro décadas haciendo vino frente a los siglos que tienen otras familias somos reconocidos como productores de mucha calidad", explica mientras comienza el recorrido por sus vinos.
"Este pinot grigio es totalmente diferente a los de norte de Italia y tiene una explicación: el sol que baña las colinas de la Toscana" señala a la par que pone de manifiesto lo que considera uno de los principales argumentos del vino de su región al momento de competir. "La gente piensa en la Toscana y la recuerda con romanticismo, después de tantos libros y de tantas películas. Además, se calcula que en Florencia se encuentra en 25% del gran arte de la humanidad y la tradición del vino se remonta a la civilización etrusca".
Philippe Marconi trata de evitar protagonismo alguno cuando presenta sus vinos, sobre todo porque, aparte de un producto excepcional, tiene la tarea de recordar al alma de la compañía, John Mariani. "John es un visionario, un hombre que por su origen italoamericano y después de un gran éxito importando lambrusco a Estados Unidos decidió comprar viñedos y producir su propio vino en el que el principal norte fuera la calidad y el empeño por mostrar un terruño único".
Así, sus vinos tradicionales como el Brunello y el Rosso di Montalcino y sus supertoscanos Summus y Excelsus, si bien conjugan tradición y modernidad para hacerlos atractivos al gran público internacional, conservan sus raíces. "Sabemos que aunque en un espacio tan grande como el Médoc francés donde hay 6 apelaciones y donde nosotros contamos con una sola el Brunello no es igual en todas partes y nosotros estamos en la privilegiada región del sur", explica Marconi.
De esta manera, la tradicional sangiovese brilla junto con syrah, merlot y cabernet sauvignon para producir vinos con un carácter único. "Summus y Excelsus pueden parecer de estilo francés, pero cuentan con la elegancia toscana que es única" analiza Marconi.
La velada finalizó con la presentación del Brachetto d'Acqui, un espumoso tinto y dulce perfecto para terminar las comidas. "Solo puedo decir" explica Marconi "que tienen ustedes una gran suerte por poder disfrutarlo con el cacao venezolano". El resultado de la experiencia, con las armonías propuestas por la cocina de Favola, fue inigualable.
"No vine a dar grandes discursos técnicos, nuestros vinos hablan por sí solos, vine para que los compartiéramos entre amigos y que nadie olvidara que Banfi está en Venezuela y tiene una de las mejores opciones en vinos italianos" concluyó Marconi
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