Brindo por un gran amigo que se fue demasiado pronto

Hace días que no escribo, no había encontrado la inspiración porque se me murió un buen amigo, amigo como pocos, mejor dicho como ninguno… porque era único e irrepetible para mi… amigo de esos que te acompañan silentemente a lo largo de la vida, de los que no están pegados a ti pero de los que están contigo, más en las malas que en las buenas.. .bueno, en todas!
Crecimos juntos, estudiamos en el mismo colegio, universidad, hicimos pasantías juntos, luego trabajamos, y ya de grandes, cada uno con sus respectivas familias viajamos, disfrutamos de la vida!... Cuando viajaba a Carora a Pomar, allí estaba Juan Martín y Gaby, cuando cruzaba por la Castellana en Madrid, allí me encontraba a Jr.  Cuando iba a Bradenton en Florida, también, luego coincidíamos en Orlando, en Margarita, en la Pica... y por allí siempre estaban, y lo mejor, sin habernos puesto de acuerdo!... disfrutábamos de riquísimos ratos de conversación y buenos vinos.  Y es que siempre estaba y si no, venía en camino…. era un Ángel de la guarda que nos cuidaba en la distancia… que difícil será no tenerlo... ni me lo imagino todavía…. 
Sin embargo, sé que él no quisiera mis lágrimas, preferiría compartir sorbos, o copas de vino con alegría, con ganas, con gusto y sobretodo con frecuencia!!! 
En virtud de sus deseos, y también de los míos, desde su partida cada copa de vino representa un brindis para él.  Un brindis por su ser, su vida, sus logros, un brindis por su legado, por su sonrisa, por su lealtad e incondicionalidad, un brindis por su sensibilidad, su sensación de oportunidad, sensatez y a la vez por sus ocurrencias, sus consejos,  sus bromas, su recuerdo. 
Brindo con el vino por su memoria, por su familia y por las vivencias que tuvimos juntos que para mi serán imborrables.  Brindo y le doy gracias a Dios por haberme topado con un hombre tan ejemplar, y haber tenido la suerte de compartir tanto con él y su familia, especialmente en estos últimos tiempos.
Su pronta partida deja un gran vacío en nuestros corazones, pero sé que nunca se olvida a quien se quiere... porque él vive en mi recuerdo, en mi memoria, y ahora en mis copas de vino….. él pasó a otra dimensión, a lo inmaterial, y sé que donde quiera que esté, está y estará con nosotros….
Ahora si me preguntan, ¿con qué vino brindarías? Pues con el mejor, pues él lo merecía….
¿Qué vino me recuerda a él? El Champagne, Tattinger, él me lo presentó… además es Francés, y él adoraba Francia, y sus vinos...  Nos quedaban pendientes muchas copas de vino juntos, yo por aquí haré mi tarea... cuando nos volvamos a encontrar, le contaré y lo pondré al día...
Hasta siempre querido amigo…. Ahora estarás en mis copas de vino.