No puedo dejar de demostrar mi profundo pesar por lo ocurrido en Japón el pasado viernes ante la llegada del terremoto, posterior Tsunami y desastre nuclear consecuente... tragedia natural sin precedentes y de escala, cuya magnitud es aún inimaginable.
Es aquí cuando pienso que la realidad supera con creces la ficción...Cuánto dolor, cuánta desesperación, cuánta destrucción... que tristeza tan grande!!... Ante estos eventos, sólo podemos como seres humanos, solidarizarnos, unirnos, rezar y reflexionar.
En los próximos días, meses, quizás años, veremos como ejemplo, el honorable comportamiento de este pueblo Japones, quienes estoy segura, se sabrán levantar nuevamente, ante este duro golpe que les ha dado la naturaleza, con sus valores inquebrantables de humildad, solidaridad, trabajo, honestidad, orden y respeto a sus congéneres y leyes.
Ojalá copiésemos esa actitud como venezolanos, y dejáramos de lado, nuestra quejadera infértil por nuestra realidad como país, cuya realidad no es comparable con esta ...
Le pido a Dios, desde lo más profundo de mi ser, que les de mucha fortaleza y serenidad en estos momentos tan difíciles. Le pido a Dios, resignación para quienes perdieron a sus seres queridos. Le pido a Dios por Japón y su gente...
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