Siguiendo la nota de recomendaciones de viajes, restaurantes, vinos, sitios a dónde ir y disfrutar, hoy quiero hablarles de BOGOTÁ, y su lema de ser la ciudad de la que no te querrás ir…
BOGOTÁ, Capital de Colombia, es una ciudad de contrastes, de asombrosa recuperación y expansión comercial, prosperidad, libertades y seguridad. Vale mucho la pena visitarla, pues además de ser tan afín a nosotros, los venezolanos, nos transmite futuro, se nota que si se quiere, se puede… Y este es el ejemplo que Colombia le ha dado al mundo, que luego de décadas de problemas, conocidos por todos, en poco tiempo y con muchas ganas y esfuerzo, ha logrado brillar de nuevo. Por eso, llama la atención a los inversionistas, a ejecutivos y a todos quienes nos aventuramos a visitarla.
BOGOTÁ, Capital de Colombia, es una ciudad de contrastes, de asombrosa recuperación y expansión comercial, prosperidad, libertades y seguridad. Vale mucho la pena visitarla, pues además de ser tan afín a nosotros, los venezolanos, nos transmite futuro, se nota que si se quiere, se puede… Y este es el ejemplo que Colombia le ha dado al mundo, que luego de décadas de problemas, conocidos por todos, en poco tiempo y con muchas ganas y esfuerzo, ha logrado brillar de nuevo. Por eso, llama la atención a los inversionistas, a ejecutivos y a todos quienes nos aventuramos a visitarla.
Aún en desarrollo, y construcción, dado que hay obras importantes de infraestructura en la vialidad del transmilenium, sistema público de transporte que jura ser una gran solución, es una ciudad que tiene muchas cosas que ver y disfrutar…
Como datos turísticos y enogastronómicos puedo asegurarles que hay muchos! Tuve el agrado de visitar algunos destacados que de seguidas los nombraré… muchos otros quedan en tareas pendientes! Datos Turísticos: No pueden dejar de visitar Monserrate, su teleférico nos llevó a las alturas para apreciar a plenitud la ciudad, sólo desde allí se puede apreciar su extensión infinita… Allí arriba, vale la pena dar un paseo, visitar la Iglesia y la venta de artesanía, para posteriormente visitar alguno de sus restaurantes, que enmarcado en la mejor vista de la ciudad, nos ofrece una inmensa variedad de especialidades locales gastronómicas. Tuvimos el placer de ir al Rest .San Isidro, comer ajiaco y patacones y degustar las ricas y variadas cervezas de Colombia.
Nos quedamos en un Hotel muy céntrico de la ciudad, que relataba los años dorados ahora rememorados, muy cerca de él , se encuentra el Rest. Casa Vieja, toda una tradición en comida mantuana, imperdible su ajiaco, patacones y demás exquisiteces locales.
Nos quedamos en un Hotel muy céntrico de la ciudad, que relataba los años dorados ahora rememorados, muy cerca de él , se encuentra el Rest. Casa Vieja, toda una tradición en comida mantuana, imperdible su ajiaco, patacones y demás exquisiteces locales.
Otro Restaurant que tuvimos la suerte de conocer es el Harry Sasson, impecable propuesta gastronómica, especialidad en carnes a la parrilla, con una decoración espectacular y un servicio intachable. Muy buena su carta de vinos, en cuanto a oferta, aunque para nosotros, sommeliers venezolanos, sorpresivamente cara, en relación a nuestros parámetros de precio de vinos, bajo el criterio de calidad/precio (hecho por lo demás recurrente, en todos los restaurantes visitados).
Otro dato turístico, es la visita a la ciudad de Zipaquirá, a escasa hora y media de Bogotá por carretera, allí además de visitar la Imponente Catedral de Sal, de bóvedas subterráneas, construidas en la profundidad de la montaña con la fuerza de la fe de los mineros, se debe completar con la visita al popular (sigue abajo)
Rest. Andrés Carne de Res, de Chía, Único e irrepetible en su género, folklórico, autóctono, simpático y de inmejorable ambiente, comida, música, cócteles y actitud de su gente, tanto de los visitantes comensales como de quienes ofrecen su servicio, quienes se entregan con pasión por lo que hacen. Se trata de un lugar muy especial, lleno de recuerdos, antigüedades, curiosidades…
Su comida típica: el lomo al trapo, que cuecen en los carbones, cubierto por una tela blanca, que le da ese toque especial. Los cócteles son de antología, no se pueden perder el de mandarina, considerado el de la casa. Más tarde, después de un atracón de colección, comienza la rumba!!! buena música, buen mood … y a bailar, para bajar la cena! Hasta que el cuerpo aguante!!! …. A lo que vinimos!!!….
Otros lugares de obligatoria visita: Museo del Oro (asombroso), el Museo de Botero (la mejor y mayor colección del artista plástico) , La Plaza Bolivar y la Catedral, el Palacio de Mariño (sede gubernamental), paseo que recomiendo a pie, y para restaurantes y compras, las bien afamadas, Zona Rosa y Zona T.
Otro dato turístico, es la visita a la ciudad de Zipaquirá, a escasa hora y media de Bogotá por carretera, allí además de visitar la Imponente Catedral de Sal, de bóvedas subterráneas, construidas en la profundidad de la montaña con la fuerza de la fe de los mineros, se debe completar con la visita al popular (sigue abajo)
Rest. Andrés Carne de Res, de Chía, Único e irrepetible en su género, folklórico, autóctono, simpático y de inmejorable ambiente, comida, música, cócteles y actitud de su gente, tanto de los visitantes comensales como de quienes ofrecen su servicio, quienes se entregan con pasión por lo que hacen. Se trata de un lugar muy especial, lleno de recuerdos, antigüedades, curiosidades…
Su comida típica: el lomo al trapo, que cuecen en los carbones, cubierto por una tela blanca, que le da ese toque especial. Los cócteles son de antología, no se pueden perder el de mandarina, considerado el de la casa. Más tarde, después de un atracón de colección, comienza la rumba!!! buena música, buen mood … y a bailar, para bajar la cena! Hasta que el cuerpo aguante!!! …. A lo que vinimos!!!….
Otros lugares de obligatoria visita: Museo del Oro (asombroso), el Museo de Botero (la mejor y mayor colección del artista plástico) , La Plaza Bolivar y la Catedral, el Palacio de Mariño (sede gubernamental), paseo que recomiendo a pie, y para restaurantes y compras, las bien afamadas, Zona Rosa y Zona T.
Mi impresión personal fue muy grata, sentí seguridad, desarrollo, progreso y libertad. Disfruté muchísimo de la hospitalidad de nuestros hermanos colombianos, y entendí lo tanto que nos parecemos en todo.
Me encantó Bogotá, pero más su gente… ratifico su lema… porque no te quieres ir…