Champagne Cristal Louis Roederer 2004. Consuelo de los dioses a una derrota temporal...


El pasado domingo, luego de pasar una jornada electoral en mi país decisiva para nuestro futuro, llena de ilusiones y sueños, incertidumbre y larga espera, llegó el momento de recibir la mala noticia, quizás peor que mala para muchos, dilapidante para mi, cual fue el conocer los resultados electorales dando como ganador al candidato que no era de mi preferencia. Triste novedad, si es que no era predecible.
Frente a este infortunio, les confieso que quedé en shock por largo rato, donde mi nublada mente se cuestiono muchas cosas... Se me rompieron sueños, fulminaron en un minuto tantas ilusiones de tantos venezolanos... Deseábamos ciegamente, un país mejor para nuestros hijos! Esperábamos un presente y un futuro mejor, para estos años de vida, que son nuestros mejores años... Todo se derrumbo...
 Nos corresponde a nosotros decir: “Por ahora”…
Les confieso que luego de amargos minutos, decidí optar por cambiar mi realidad, y es que a veces se necesita un consuelo, se necesita enjuagar las penas.
Había comprado una botella muy especial para la ocasión, Cristal Louis Roederer 2004, la celebración que había decretado, lo ameritaba... Ellos, me quisieron aguar la fiesta, y yo aún recibiendo el desagradable desconcierto, decidí abrir mi preciado vino de celebración y convertirlo en un sanador emocional, ellos, no lograron su propósito...
Con el corazón roto, lagrimas en los ojos, y un desencanto que me embriagaba, abrí la botella y decidí brindar por muchas cosas buenas que se pueden leer y aprender de lo sucedido. Tenemos un líder que ama a Venezuela. Logramos unir a una oposición diversa. Obtuvimos niveles de abstención bajísimos. Ganamos en fortaleza, al demostrar que la mitad de Venezuela quiere un proyecto de país distinto. Hemos sembrado el bien, a lo largo de todo el país, esas semillas rendirán frutos, hay que seguir el camino, que se ha empezado a construir... Quedó claro que todos somos venezolanos y que todos queremos vivir mejor.
Al principio les comento que sentí cierta culpabilidad, luego me dije, pero es que el Champagne alivia las penas, cabe en momentos duros, es también para tiempos difíciles! es el consuelo de los dioses ante la derrota, si es que así se puede llamar a un hecho temporal desfavorable, pero no eterno!
El tiempo de Dios es perfecto, ya llegara el tiempo... Mientras, Champagne!
Imagínense lo buena que fue, que aun enjugando mis penas y amarguras, me aclaro la mente, me dió consuelo cuando mas lo necesitaba, y me pareció sencillamente sublime y deliciosa.
Cristal, es un Champagne excelso, supremo, compuesto de 55% Pinot Noir y 45% Chardonnay, donde el 20% del vino es vinificado en madera, no hacen fermentación Maloláctica, ello mantiene su acidez natural y frescura, sus variedades provienen de los mejores pagos de la Montagne de Reims, la Vallèe de la Marne y Côte de Blancs, en promedio transcurren 5 años de maduración en botella, para luego descansar 8 meses después del degüelle, dosificación de azúcar, entre 8 y 10 gr/l, obteniéndose este producto de opulento color dorado brillante destellos ambar, de delicada y persistente burbuja, cuyo bouquet refinado nos ofrece de entrada notas a frutas blancas, polen dulce, cítricos y mineralidad, luego surgen notas acarameladas, tostadas, a  pastisserie, cream brulèe y mantequilla, desata pasiones, en boca es delicado, cremoso, sedoso, carnoso, pleno y balanceado, su burbuja cosquillea sutilmente el paladar, su despedida es prolongada, con armonía de sensaciones,  muy agradable, su recuerdo es imborrable, sensual... Con Cristal, brindo por Venezuela, por su futuro, porque toda el alma puesta en lograr un país mejor, pronto rendirá frutos...

Santé!