Brasil, es el país de mayor superficie en nuestra América. No solo es fútbol, mujeres bellas, el mejor carnaval del mundo, bossa nova y caipiriña, es mucho más que eso, es el tercer productor de vinos de América Latina, tras Argentina y Chile y viene con un crecimiento sostenido en las últimas décadas, no sólo en producción sino también en consumo interno.
Las vides llegaron a sus tierras, de la mano de sus colonos
portugueses en 1532, pero no fueron sino los jesuitas quienes se encargaron de
extender su cultivo a lo largo del país.
Apenas el siglo pasado, tuvo significación para la industria
vitivinícola. Producen mucho, pero todavía
el consumo interno aún es relativamente bajo, de apenas 2 litros año por
persona.
Presentan desafíos importantes en a lo que climatología se
refiere. Su clima es muy húmedo, ello
ocasiona con frecuencia que se desarrollen enfermedades en la vid, tales como
el mildiu (hongo). Sus suelos presentan
alta acidez, clima frío y alta pluviosidad.
Contra todo pronóstico, y luego de muchos ensayos, pudieron
descubrir que la vitis labrusca híbrida “Isabella”, se adaptaba y rebelaba
contra esas condiciones adversas.
A finales del Siglo XIX, colonos italianos, trajeron sus variedades,
tales como barbera, bonarda, moscato y trebbiana, prefiriendo como zona de
cultivo la elevada Serra Gaucha, al Noreste de Rio Grande.
En 1970 es que se inicia la verdadera industria vinícola
moderna, cuando trasnacionales como Moët & Chandon, Martini & Rossi,
apostaron por este inmenso país, invirtiendo en él y cultivando en sus suelos
variedades importadas como la chardonnay, sémillon, gewurztraminer, cabernet
sauvignon, franc y merlot.
Dentro de las zonas de cultivo, la mas destacada es al Sur “Rio
Grande do Sul” (90%), y mas concretamente la elevada Serra Gaucha, con tres
ciudades a saber: Bento, Goncalves, Garibaldi y Caixas do Sul. Con mas de 9.000 ha de viñedos, vinificados
en parral, zona calificada con Indicación Geográfica de Calidad (IGC), la única
del país hasta la fecha, con la promesa de convertirse en Denominación de
Origen.
Existen otras regiones vinícolas de menor importancia, como
Santa Catalina y Sao Paulo (donde se establecieron los centros de vinificación
y bodegas).
En la actualidad, las regiones
vinícolas brasileñas total de
83.700 hectáreas, divididas en seis regiones: Serra Gaúcha,
Campanha, Serra do Sudeste y Campos de
Cima da Serra, no de Rio Grande do Sul, Catarinense Planalto, en Santa Catarina, y Vale do São Francisco,
en el noreste de
Brasil.
Tradicionalmente, Brasil ha sido el mejor mercado para sus
propios vinos, especialmente para sus vinos espumosos, sin embargo se han
abierto nuevos horizontes con exportaciones a Japón y EE.UU.
Las principales bodegas son:
1. Miolo
2. Cooperativa Vinicola Aurora (situada en Bento Goncalves, fundada 1931, 20.000 ha de viñas, marcas: Conde de Foucault, Cabernet Sauvignon; Clos de Nobles para Cabernet Franc.)
3. Casa Valduga
4. Cooperativa Vinicola Garibaldi
5. Salton
6. Moet & Chandon
7. Pizzato
8. Peterlongo
9. Cooperativa Vinicola Pompeia
10. Seagram
11. EMBRAPA
12. Georges Aubert
13. Velho Museu
14. Del Pizzol
15. Bacardi
16. Casa Cordelia
17. Domno do Brasil
18. Dunamis
19. Cuarenta otras.
1. Miolo
2. Cooperativa Vinicola Aurora (situada en Bento Goncalves, fundada 1931, 20.000 ha de viñas, marcas: Conde de Foucault, Cabernet Sauvignon; Clos de Nobles para Cabernet Franc.)
3. Casa Valduga
4. Cooperativa Vinicola Garibaldi
5. Salton
6. Moet & Chandon
7. Pizzato
8. Peterlongo
9. Cooperativa Vinicola Pompeia
10. Seagram
11. EMBRAPA
12. Georges Aubert
13. Velho Museu
14. Del Pizzol
15. Bacardi
16. Casa Cordelia
17. Domno do Brasil
18. Dunamis
19. Cuarenta otras.
Hoy en día hay más de 1.100 bodegas de todo el país, la mayoría basadas en las fincas pequeñas (un promedio de 2 hectáreas por familia). La cadena productiva de uva y el vino combina las técnicas que aseguren la calidad de sus etiquetas, como la cosecha manual y la tecnología de vanguardia en la viticultura y los procesos de vinificación.
A los vinos de Brasil, se les ha denominado “vinos
tropicales” ya que en sus zonas de cultivo, alrededor de los paralelos 8° y 9°,
se pueden tener viñas en varios estados vegetativos al mismo tiempo, poda,
brotación, enverado, y en otra vendimia.
Las uvas contienen altos porcentajes de polifenoles, como el
reveratrol Y cosechan dos y hasta
3 veces al año.
Por todas las razones expuestas, podemos concluir que Brasil es capaz de producir vinos frescos, afrutados y
equilibrados, muy agradables con un contenido moderado de alcohol.
Los probaremos en breve y les contaré que tal, ;)
Santé!
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